Mi Paraguas

Ahora que ya está lloviendo tanto por estos lados, vale la pena escribir sobre mi paraguas. No es cualquier paraguas, lo reclamé por puntos de mi tarjeta de crédito, y pues cuando lo ví en el catálogo nunca me imaginé que iba a ser el paraguas más grande que he visto! Creo que cuando voy por la calle y llueve soy como un hongo gigante de lo grande que es. Eso hace que el paraguas sea o el más antisocial de todos (requiero como 1.5 mts cuadrados de espacio para andar en él), o uno muy amigable porque caben hasta cinco personas debajo.
Y lo amigable se extiende también a extraños. Hace como una semana, mientras cruzaba en un semáforo un señor algo dijo de lo bacano que es mi paraguas, y pues naturalmente en seguida lo invité a que se metiera debajo, y pues caminamos como una cuadra y media conversando sobre la universidad debajo del paraguas.
Y anoche hubo otra de esas situaciones... como el bus de la noche me deja como a 12 cuadras de mi casa, pues iba caminando, con la música puesta... y si se fijan en el último post, se imaginarán que andaba algo tomadita, y pues hasta cantando iba. En esas veo que alguien comienza a caminar a mi lado (cosa que es rara a las 3 am, porque no hay mucha gente por la calle) y me pregunta que si se puede meter debajo del paraguas, claro que me asustó porque no me gusta me me cojan desprevenida cantando lo que voy oyendo en el walkman, pero pues le dije que por supuesto. Y como toda conversación con extraños, comenzó por el clima: que seguro ya estaba nevando en las montañas, y que seguro ya pronto se podía ir a esquiar... en fin, Nick (porque así se llamaba el extraño) me recomendó ir a Mt. Seymour a hacer a snowboarding... no sé si siga esa recomendación, porque como le expliqué a él, no conozco a nadie que haga snowboarding.
Y bueno, pues como va a seguir lloviendo los próximos tres meses (o más) ya veremos qué otros extraños terminan debajo de mi paraguas amigable.